23 junio 2008

El Bergantín de Bernardo Cappa



Estamos a fines de los ’40 o principios de los ’50. La Argentina, Granero del Mundo, envía un buque repleto de trigo para los hambrientos países europeos que la Segunda Guerra ha devastado. Es un gesto noble. Un grupo de damas aristocráticas de un balneario a orillas del Atlántico -acaso acostumbradas a la caridad como expiación de los pecados burgueses- decide saludar a los heroicos tripulantes del Esperanza con un poema. Son 180 apuestos y patrióticos marineros que recibirán los versos que las mujeres han compuesto no sin desvelos, en un trabajo colectivo con más desavenencias que puntos en común. Para hacerlo llegar a destino, cuentan con la radio del bergantín de Lorenzo, que además está enamorado de una de las damas.

La obra de Cappa, una residencia de actuación del IUNA, sorprende por varias cosas. Inicialmente, por la escenografía de Norberto Laino, en la que las cosas tienen ese aire amenazante de obsolescencia y misterio que cobran los objetos bien usados en el teatro. La puesta de luces de Pehuén Stodeur es tan buena como el resto de las que él ha hecho, con la salvedad de una luz que me dio right in my eye al principio de la obra, de la que Stordeur dice no ser responsable (habrá que preguntarle a Cappa). El vestuario, por su parte y sin ser deslumbrante, cumple perfectamente la función de contextualizador cronológico.

Otra cosa sorprendente es la calidad de las actuaciones, que además son felizmente parejas: destacar una sería injusto. Desde la depresiva Miranda, la sensible y despótica Emilia, el pobre Lorenzo y su madre, hasta la criada que acaba reventando en una revancha triunfal y profética, todas son plenas, firmes y muy divertidas.

Porque la obra es una comedia, se imaginarán. En el buen sentido. Hilarante, no desdeñosa del humor físico, del chiste inmediato, pero tampoco del anacronismo, de las resonancias históricas, de una trama oculta que pesa tanto como lo que se ve. Por ahí anda el General Perón, aunque no se lo nombre, en la opulencia de la clase media de uno de los balnearios que el peronismo les permitió a los obreros, en la emancipación de la empleada doméstica, en el trigo que viaja a Europa. Y también están los conflictos que nos martilla TN a diario: se vitorea al campo, una columna de humo sube de algún pastizal, la clase media acomodada se solidariza inopinadamente… Cappa construye desde la dirección y la dramaturgia una trama apretada que sostiene la obra desde lo evidente y también desde lo inaprensible, porque hasta los numerosos chistes internos que campean en el texto contribuyen a la solidez escénica, aunque nosotros nos quedemos afuera.

Una última cosa: vale la pena pegarse una vuelta por la sede nueva del IUNA en Venezuela 2587 y mirar con ojo esperanzado las potencialidades teatrales que tiene ese espacio.
Estrenamos, entonces, nuestro nuevo sistema de calificaciones y le damos a esta excelente obra el puntaje máximo. ¡Vayan a verla!

Calificación:

3 comentarios:

NaNa dijo...

NO HE IDO A DARME LA VUELTA SUGERIDA, PERO MENCANTARON LOS MONITOS DE CALIFICACIÓN!!!!
JA JA JA JA JA!!
SALUDOS A LA MONADA... VAN A ESTAR EN LA FLIA ESTE AÑO???

Nurit dijo...

La voy a ir a ver entonces.

A mi tb me encantaron los monitos de clasificación, jejeje!

Santiago dijo...

Susanilla: Esperamos estar en la FLIA. La idea es hacer un número especial para llevar con cosas que ya publicamos y algo de lo que saldrá en el 4.
Los monitos la vienen rompiendo!!

Nurit: Vaya, vaya. Vale mucho la pena. También te recomiendo La ciudad como botín. Es una locura increíble.
¡Qué bárbaro! Tanto hacerse el intelectual para triunfar con unos monos que copipasteé... en fin.

Saludos!!